En el mes de septiembre durante 15 días se realiza en las comunidades lo que llamamos misión rural, con la Virgen peregrina de San Nicolás.
Visitamos cada uno de los campos y vamos realizando la bendición de cada uno de ellos, avisando a los dueños previamente y muchos de ellos la van a esperar para recibir la bendición con la Virgen. Esto lo hacemos durante todo el día, finalizando el recorrido con la misa en algún campo. Muchas de estas familias después de su bendición, siguen a la Virgen en caravana, y así se van sumando y acompañando a la Virgen. Los recorridos son desde las 8 am hasta las 18h. Llegar a los campos y la zona rural es hermoso porque llegas a la periferia de la parroquia, con personas que no veo seguido, o que no tienen un práctica habitual e venir a misa, muchos de ellos muy pobres, tamberos que vienen del norte y familias que viven muy solas en el campo. Llegar a ellos es hermoso, porque demuestran un amor profundo a la Virgen y sus miradas y gestos transparentan una fe profunda y sencilla, que conmueve. Como Pastor me llena de alegría poder estar cerca de ellos y profundizar ese vínculo que se a dando cada vez que llevamos la Virgen.
La virgen provoca esto tan lindo de convocar, reunir y reencontrarnos, para recordar viejas historias, de los tiempos lejanos cuando se vivía en la colonia del campo… surgen las anécdotas y se sienten de nuevo en casa….
Una vez que hacemos toda la zona rural, misionamos con la Virgen por todo el pueblo. Con música y un buen parlante, salimos a hacer lio, por la mañana visitamos y bendecimos las instituciones y por la tarde misionamos los barrios por sectores, bendecimos los hogares y comercios, muchas veces nos acompañan los niños de comunión o los adolescentes de confirmación.
Todos esos días hay algo especial en el pueblo, es conmovedor como todo el pueblo la espera, la recibe, se acerca a visitarla a la noche en el templo sino la vio durante el dia..
Creo que todo ese “folclore” que se genera en torno a María, hace que se viva algo especial, sobre todo llegando aquellas familias que no vienen tanto a la Iglesia, pero que por ver a la Virgen te piden la bendición, abren las puertas de su casa y de su corazón.
Otro detalle hermoso, es ver como la Virgen toca el corazón de los hombres. Muchos de ellos que aparentemente son más duros, o chúcaros, son los que viven con más hondura el paso de María con unas manifestaciones de fe muy profundas.
Que la Virgen nos siga impulsando a la misión. P. Mariano Cordeiro. Parroquia Nuestra Señora de la Asunción, Serrano, Córdoba, diócesis de Río Cuarto.
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