En la Arquidiócesis de Rosario, provincia de Santa Fe, el pasado 2 de septiembre se realizó el “2° Encuentro Arquidiocesano de Familias” bajo el lema: De la Mano de Nuestra Madre del Rosario, Las Familias Misioneras de la Paz.
Comentan "Las familias misioneras hemos podido compartir la organización con diferentes movimientos de familias cristianas. Esta experiencia nos ha enriquecido mucho a todos, ya que nos dio la oportunidad de descubrirnos como Iglesia más allá de la obra o movimiento al que pertenecemos, tener una mirada de Iglesia Diocesana, y lo más hermoso, poder dar los primeros pasos para ser una Iglesia Sinodal que quiere llegar a todos como nos pide el Papa Francisco y que sin duda es el sueño de Dios".
Agregaron que "durante la jornada los adultos hemos compartido numerosos testimonios, que, sin duda, son los que nos han hecho arder el corazón. En la primera parte hemos reflexionado sobre la paz en las familias, tan necesaria, y todo aquello que atenta contra esa paz. En los trabajos grupales compartimos la vida cotidiana, sus desafíos y no faltaron los ejemplos de tormentas superadas siempre con la gracia de Dios y la oración. En la segunda parte María fue el centro de nuestro compartir. Mujer madura tanto humana como espiritualmente, servidora fiel, siempre atenta a las necesidades es un pilar fundamental para toda familia cristiana. Es fuente de fe, sostén de la esperanza y vitalidad para amar.
"De muchas maneras las familias nos hemos encontrado bajo la protección de su manto, y fue Ella quien nos ha llevado de la mano en innumerables situaciones.
Los niños y jóvenes han aportado su alegría, música, espontaneidad, bochinche y entusiasmo.
Realizaron actividades y trabajos muy divertidos en los que pudieron descubrirse constructores de la paz en las familias.
Como en casa, todos los días, la mesa fue quien unió a todas las familias y junto a la mesa del altar terminamos nuestro encuentro celebrando la Eucaristía. Agradecemos a Dios por la vida de nuestro Arzobispo Mons. Eduardo Martín, quien ha impulsado estos encuentros y nos ha acompañado con una presencia muy sencilla y cálida. En el 1° Encuentro nos recordó que ser familia cristiana ya es un signo y en este 2° Encuentro nos invitó a ser constructores de la paz en nuestras familias para poder irradiarla".
Concluyeron compartiendo que “como familias misioneras hemos podido aportar la alegría del testimonio gracias a la Familia San Martín que compartió sus vivencias, la sencillez del servicio atendiendo el buffet y acomodando el espacio destinado a la comida, y la Buena Noticia de Jesús que llama a todos entregándoles a cada familia un gesto misionero para que lo puedan realizar al volver a sus hogares”.
Que ardan nuestros corazones y que nuestros pies se pongan en camino para que la paz de Cristo reine en cada familia. Somos Familia, somos Misión.
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