Volver a las raíces para construir el futuro y beber de las fuentes, que son la historia y la experiencia de vida de la Beata Paulina Jaricot, para regenerarse renovando la conciencia de ser bautizados y enviados, verdaderos “discípulos misioneros” de Cristo. Esta es la visión que emerge al final de la Asamblea General de las Obras Misionales Pontificias (OMP), celebrada en Lyon del 16 al 23 de mayo, en la que participaron más de 100 Directores Nacionales de las OMP de los cinco continentes junto con los cuatro Secretarios Generales de las OMP y el arzobispo Giampietro dal Toso, presidente de las OMP. Los Directores Nacionales de las OMP compartieron con la Agencia Fides su experiencia y un balance general de la semana pasada en Lyon, constatando la fecundidad del encuentro fraterno y el intercambio de “buenas prácticas” así como el enriquecimiento espiritual recibido de la figura de Jaricot.
Entre los nuevos directores nacionales, el padre Kizito T. Nhunmdu, de Zimbabue, señala: “Después de esta reunión y esta asamblea, ya no soy el mismo. Siento la confianza y el apoyo de una red que es la de las OMP que ayuda en la misión evangelizadora de nuestra Iglesia local. El encuentro con todos los demás delegados, de diferentes naciones, culturas y lenguas, fue enriquecedor y las buenas prácticas descritas me serán de gran ayuda. La experiencia de vida de Pauline Jaricot me ha llegado especialmente. Estamos llamados seguir sus pasos. Finalmente, me gustaría resaltar que haber conocido personalmente a los cuatro Secretarios Generales de las OMP será muy importante para el trabajo futuro”.
Sor Inés Paulo Albino, directora nacional del pequeño estado africano de Guinea Bissau, reitera: “Me inspiraron particularmente las celebraciones como la beatificación de Pauline Jaricot, sencilla y profunda. De ella aprendemos la atención a la Iglesia universal, actuando y amando en nuestra Iglesia particular. De lo universal a lo particular y viceversa. Estamos llamados a construir nuestra comunidad local para evangelizar a nivel global”.
Según el padre Issac Ebo-Blay, de Ghana “ha sido importante vivir la fraternidad y volver a las raíces para construir el futuro de las Obras Misionales Pontificias. Y lo hacemos siguiendo los pasos de Pauline Jaricot: de ella aprendemos nuestro amor por la misión”.
También entre los delegados de América Latina, las reacciones son positivas. Monseñor Waldo Rubén Barrionuevo Ramírez, Director Nacional en Bolivia dice: “Las peregrinaciones a Ars y a los lugares de Pauline Jaricot en Lyon han sido para todos nosotros una forma de volver a las fuentes para beber: volvemos regenerados en el espíritu, en el corazón, en la mente y en la misión”.
Según el padre Arias Guzmán, de Guatemala, “poder encontrarnos y compartir con los demás directores es siempre un gran regalo. Siento que nos animamos a remar juntos por la misión. Después de la beatificación pensé que se puede ver bien la obra de Dios en la historia: Dios ha actuado en Pauline Jaricot y en todos aquellos que en dos siglos han seguido manteniendo vivo su espíritu. Hoy ella puede inspirar a muchos jóvenes”.
En Europa, la Asamblea dejó huellas fecundas. Desde Portugal, el padre Josè Antonio Mendese Rebelo, MCCJ señala que “el encuentro presencial y la escucha de buenas prácticas han sido muy importantes. Creo que debemos adoptar creativamente nuevas formas de animación misionera y nuevas formas de recaudación de fondos, más allá del momento de la colecta universal vinculada a la Jornada Mundial de las Misiones. De Pauline aprendemos que la iniciativa de un solo ser humano, de una persona bautizada, en este caso de una mujer joven, puede cambiar el mundo. La intuición de Pauline cambió la historia de la Iglesia y la vida de las Iglesias en las tierras de misión. Hoy, al reflexionar sobre la sinodalidad, todos estamos llamados a tomar en serio la contribución de los laicos en la Iglesia”.
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