(ZENIT – agosto 2019).- “El camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio”, afirma el Papa Francisco.
Cada vez escuchamos más sobre la idea de una Iglesia sinodal, pero ¿qué significa? La sinodalidad es una de las características de la comunión eclesial, a través de la cual el pueblo de Dios, desde comunidades de base, parroquias, diócesis, etc., discierne la voz de Dios a través de realidades concretas, y, en el marco del Magisterio de la Iglesia, de la Palabra de Dios y de la doctrina de la Iglesia, busca dar una respuesta a los desafíos del tiempo. Es fundamental entender que se trata de un don de Dios, un abrirse a la inspiración del Espíritu Santo, que es quien invita a discernir, motivándonos a plantearnos los hechos, la realidad concreta, para responder con audacia con la palabra y con actos ante situaciones concretas que vive la sociedad y la Iglesia.
Ante el sínodo para la Amazonía
Entre el 6 y el 27 de octubre tendrá lugar el Sínodo especial para la Amazonía en Roma. El Instrumentum laboris para el Sínodo contiene una vasta riqueza que expresa la vida misma de los pueblos amazónicos y busca dar una respuesta a la complicada realidad que caracteriza a los pueblos originales que habitan la Amazonía. El documento mencionado, como todo proceso de discernimiento, ha generado diversas opiniones, discusiones y críticas, que son valiosas cuando se encuentran dentro de un marco de apertura comunitaria. Por el contrario, cuando parten de una postura monolítica, cuando no están abiertas en humildad, a la inspiración del Espíritu Santo, pueden generar divisiones e impedir importantes corrientes de la gracia. El Papa Francisco afirma que “hay una sola forma de hacer teología: de rodillas”. Cada uno tiene razones justificadas para creer que su fuente de verdad es la correcta. El problema es cuando se absolutiza la propia y uno se cierra a comprender que la realidad puede ser más compleja y rica que la concepción que tiene de la misma.
La Iglesia latina estuvo marcada por la sinodalidad en sus primeros siglos y la ha ido recuperando a partir del Concilio Vaticano II. Entre medio, y por muchos siglos, la corriente de comunicación y decisiones en la Iglesia católica estuvo centrada en Roma, y desde allí se distribuía a las periferias. El camino sinodal es a la inversa, va de las periferias al centro. Esto causa inseguridad en muchos que temen que se produzcan cambios radicales en la Iglesia, que lo que fue tradición por tantos siglos, sea fagocitado por el modernismo. Pero en realidad no hay que temer, dado que el Santo Padre sigue siendo quien está a cargo de la Iglesia y ostenta la misma potestad de siempre como Pontífice. Y aquí surge una pregunta clave. Con sinodalidad o sin ella, es el Papa quien está a cargo de las decisiones trascendentales de la Iglesia, por mandato divino (Mt. 16, 18 ss). Si tenemos un espíritu filial, si sabemos que Jesús le ha dado al Papa esa potestad, podemos estar tranquilos que hará buen uso de ella. Y si dudáramos de la conveniencia de alguna decisión que toma, será ese espíritu filial el que nos ayude a recobrar fácilmente la paz.
¿Por qué se celebra un Sínodo para la Amazonía?
Proyecto eclesial, cívico y ecológico
ZENIT – agosto 2019).- La Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la Panamazonia se celebrará del domingo 6 al domingo 27 de octubre de 2019 para reflexionar sobre el tema “Amazonía: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”.
El Papa Francisco convocó la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos sobre la Panamazonía el pasado 15 de octubre de 2017, con el objetivo de “encontrar nuevos caminos para la evangelización de aquella porción del Pueblo de Dios, sobre todo de los indígenas, muchas veces olvidados y sin una perspectiva de un futuro sereno, también por la causa de la crisis de la foresta amazónica, pulmón de fundamental importancia para nuestro planeta”.
El Sínodo Amazónico es un gran proyecto eclesial, cívico y ecológico que mira a superar los confines y redefinir las líneas pastorales, adecuándolas a los tiempos contemporáneos.
Fuente de oxígeno
La Panamazonía está formada por nueve países: Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela, Suriname, Guayana y Guayana Francesa, se trata de una región que es una importante fuente de oxígeno para toda la tierra, donde se concentran más de un tercio de las reservas forestales primarias del mundo. Es una de las mayores reservas de biodiversidad del planeta, conteniendo el 20% del agua dulce no congelada.
La primera vez que el Papa tocó territorio amazónico (en Perú) el 19 de enero del 2018, expresó su preocupación por los indígenas afirmando: “Probablemente, los pueblos originarios amazónicos, nunca estuvieron tan amenazados como ahora. La Amazonía es una tierra disputada desde varios frentes”. En esa ocasión inauguró oficialmente la preparación para el evento que tendrá lugar en octubre del 2019.
34 millones de habitantes
La población de este vasto territorio es de cerca de 34 millones de habitantes, de los cuales más de tres millones son indígenas, pertenecientes a más de 390 grupos étnicos. Pueblos y culturas de todos los tipos como los afrodescendientes, campesinos, colonos, que viven en una relación vital con la vegetación e con las aguas de los ríos.
La Justicia Social y los derechos de estos pueblos son una indicación prioritaria para el Papa Francisco que reiteró: “El problema esencia es cómo reconciliar el derecho al desarrollo, incluso social y cultural, con la tutela de las características propias de los indígenas y de sus territorios” (III Fórum de los Pueblos Indígenas, el 15 de febrero del 2017).
Aunque la temática se refiera a una región específica, como la Panamazonía, las reflexiones propuestas van más allá del territorio geográfico, pues abarcan toda la Iglesia y se refieren al futuro del planeta.
El Instrumentum laboris, documento con el que trabajarán los padres sinodales durante la Asamblea, se presentó el 17 de junio de 2019 con el título “Amazonía: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral” que tendrá lugar en el Vaticano del 6 al domingo 27 de octubre de 2019.
El documento se divide en tres partes: La Voz de la Amazonía, Ecología Integral: El clamor de la tierra y de los pobres y Iglesia Profética en la Amazonía: Desafíos y esperanzas.
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